2020
En la obra de Valladolid, el paisaje emerge en la pintura como sombra, denotando los elementos que lo integran. Por un lado, trasciende la concepción del paisaje como un todo panorámico para abordarlo desde su descomposición, pues lo que se propone la artista es un estudio iconográfico del paisaje desde los elementos que lo conforman: montaña, sol, mar, cielo, nubes y vegetación. Así, combina dichos elementos de la naturaleza y los plasma sobre un soporte no tradicional.
La idea de ser de otra sustancia es una provocación ––acaso un anhelo–– a proyectar y pensar en la transformación y adaptación del paisaje y, por qué no, de la humanidad.
Extracto de texto de Luisa Fernanda Lindo