Entonces, ¿cómo desaparecer esa montaña? Con dinamita. Con una retroexcavadora. Trepándola: una vez encima de ella, esta desaparece. Es difícil no pensar inmediatamente en la inacabada novela de René Daumal, “El Monte Análogo”, cuyo subtítulo la califica de “novela de aventuras alpinas, no euclidianas y simbólicamente auténticas”. La relación puede parecer forzada. Pero lo que Daumal sugiere en su compleja metáfora de búsqueda espiritual se cristaliza en escalar una montaña para dominarse a uno mismo. Valladolid bien podría escalar la montaña para dominar el recuerdo, la nostalgia.
Extracto de texto de Andrés Hare
Abril, 2021